A pesar de que la fórmula de negocio familiar está muy extendida, hay un ligero descenso en el número de nuevas sociedades que se fundan bajo esta estructura. Si bien no es obligatorio, contar con un pacto de socios elaborado por un abogado puede ser una herramienta útil para prevenir conflictos entre familiares y amigos. Esto incluye detallar la normativa que tendrá la empresa, definir las labores de los socios, establecer pautas para la entrada y salida de la empresa de algunos socios y estipular compromisos de permanencia y no competencia. Además, para empresas familiares más grandes, se pueden establecer comités consultivos externos a la sociedad, un consejo de familia y órganos de gobierno. La clave del éxito en estos casos: consenso y generosidad al tomar decisiones.